- Sería más que suficiente para acabar con el déficit mundial y más allá
- El aluminio acumulado da para cubrir la demanda de India un año entero
- Son 1,8 millones de toneladas que están a la espera de una sentencia por dumping
En un polígono industrial a una hora de distancia de la ciudad vietnamita de Ho Chi Minh, se pueden ver montañas de toneladas de metal envueltos en una lona negra. Estas montañas, además de elevadas, tienen un kilómetro de longitud y esconden un ‘tesoro’ que estaría valorado en uno 5.000 millones de dólares. Además, este ‘tesoro’ se ha convertido en uno de los más codiciados durante la recuperación económica global, dada su elevada demanda y relativa escasez en este momento.
En las reuniones de traders y productores de aluminio se sabe y se habla de ello. Los inventarios de aluminio de Vietnam son las más grandes que jamás se han visto, algo totalmente anormal en una industria que tiene problemas en la actualidad para acumular y construir existencias ante la elevada demanda de este metal. Entonces, ¿por qué no pone en circulación Vietnam estas existencias de aluminio en un momento de elevada necesidad y precios altos?
La razón es que este metal no puede moverse, por ahora. En el meollo de la cuestión se encuentran las autoridades aduaneras de Vietnam, que tienen paralizados estas miles de toneladas a la espera de una resolución que no termina de llegar. Mientras tanto, los fabricantes de todo lo que se imaginen, desde piezas de automóviles hasta latas de cerveza, compiten para comprar este metal que es tan necesario para decenas o centenas de productos.
Para poner en contexto lo que supone la acumulación de aluminio en Vietnam, se podría decir que es el equivalente a todo el consumo anual de la India, el segundo país más poblado del mundo, asegura Duncan Hobbs, analista de materias primas de Concord Resources que ha estado cubriendo los mercados de metales durante 25 años.
El déficit más grande del mercado en dos décadas
“Estamos viendo el déficit más profundo en el mercado mundial en al menos 20 años, y estas reservas no solo llenarían ese déficit, sino que también te dejaría algo de sobra”, asegura el experto.
Este tesoro está retenido como parte de una investigación antidumping liderada por EEUU en 2019 que se centró en un multimillonario chino. Las autoridades vietnamitas dicen todo este metal fue acumulado por la firma China por Global Vietnam Aluminium, conocido como GVA y que podría estar dentro de estas polémicas prácticas. Aún no se ha concluido su investigación, aunque parece que se carece de pruebas para involucrar a GVA.
Los 1,8 millones de toneladas de aluminio permanecen almacenadas bajo la atenta mirada de los guardias de seguridad. No obstante, un funcionario consultado por Bloomberg asegura que se sacan de esa montaña pequeñas cantidades para la línea de producción de GVA, pero insuficientes para tener algún impacto en los precios globales del aluminio.
El vertiginoso repunte del aluminio ha disparado los precios un 50% desde que fue incautada esta montaña de aluminio. Si esta pila de aluminio alguna vez comenzara a moverse, el impacto podría ser sísmico en el mercado, aseguran desde Bloomberg. Sería más que suficiente para borrar el déficit global que ha surgido en el mercado del aluminio este año, y una venta de liquidación podría provocar una caída de los precios.
¿Cómo está ese aluminio?
Sin embargo, desde CRU, una de las consultoras clave en las que la industria, creen que el tamaño de esos inventarios podría ser inferior porque una parte del aluminio habría quedado inservible. La firma con sede en Londres calcula que una parte del metal tiene más de 10 años y probablemente tendría que venderse como chatarra de todos modos.
“Normalmente, las existencias están disponibles al precio de mercado, pero uno de los problemas con este material es que no está del todo claro en qué circunstancias estaría disponible”, asegura Ross Strachan, analista senior de aluminio de CRU en Londres. “Hay poca evidencia de que los inventarios vietnamitas puedan proporcionar algún consuelo a los consumidores”.
No obstante, lo que puede ofrecer esa montaña de metal es una lección de la turbulenta historia del mercado del aluminio. Es un mercado que puede pasar de la sobreoferta al déficit en poco tiempo. Los inventarios no se pueden acumular de forma indefinida, por lo que no son un colchón perfecto para los cambios en la demanda y la oferta, como si ocurre en otros mercados.
Los traders de aluminio han pasado gran parte de la última década preocupados por el exceso colosal acumulado tras crisis financiera mundial, puesto que su vuelta al mercado podría haber debilitado aún más los precios.
Pero con el tiempo, la demanda comenzó a recuperarse y las existencias empezaron a caer hasta el punto actual en el que existe un déficit claro en el mercado. Sin embargo, en las primeras etapas de la pandemia, parecía que el mercado volvería a sufrir de un exceso de aluminio ante la paralización de la inversión en todos los sectores que son intensivos en este metal.
Ahora, con la demanda en auge y China poniendo el freno en la oferta, la opinión generalizada es que las perspectivas nunca han sido más brillantes para los precios del aluminio, mientras que los inventarios se están desplomando justo cuando los fabricantes más los necesitan.
“Los inventarios se han reducido a un ritmo muy rápido, algo para lo que nadie estaba preparado”, explica Kamil Wlazly, analista senior de metales de Wood Mackenzie en Londres.
Más allá de Vietnam
Más allá del caso particular de Vietnam, el paso de la industria hacia la escasez es evidente en otros importantes puertos industriales de todo el mundo. Las imágenes satelitales muestran como las enormes reservas en Nueva Orleans, propiedad de Castleton Commodities, se han reducido de forma drástica a medida que los aranceles impuestos por Donald Trump al aluminio han obligado a consumir los inventarios internos.
Los depósitos de inventarios de LME en Detroit y el puerto holandés de Vlissingen ahora están prácticamente vacíos tras haber albergado más de 3,5 millones de toneladas en el pico de almacenamiento de bancos y comerciantes. La historia en Rotterdam es similar.
Pero podría decirse que la situación es más grave en China, donde los inventarios totales en todo el país ahora se sitúan en alrededor de 1,2 millones de toneladas, lo que equivale a dos semanas de demanda, según estimaciones del grupo de investigación AZ China.
La señal más llamativa de la creciente escasez se puede encontrar en los datos internos del país, que muestran cómo el principal productor del mundo se está convirtiendo ahora en un importador neto de aluminio a medida que se intensifican los recortes en la producción nacional. Después de inundar el mercado mundial con metal durante años, China ahora está siendo la culpable de una rápida reducción de las reservas mundiales de aluminio.
Via ElEconomista