Consejos y recomendaciones para la limpieza y el mantenimiento del aluminio
Hoy vamos a desarrollar una serie de consejos prácticos para llevar a cabo las tareas de limpieza y mantenimiento del aluminio. Para conservar su acabado estético y funcionalidades como el primer día es importante tener en cuenta su cuidado periódico.
Lo primero es reconocer el acabado superficial del elemento de aluminio, lacado o anodizado. El método de limpieza y mantenimiento del aluminio debe ser adecuado a la suciedad y la frecuencia de limpieza. Asimismo, deben probarse métodos de manera progresiva de más suaves a más agresivos hasta eliminar las manchas y depósitos de suciedad.
General
Estos consejos son aplicables a cualquier superficie de aluminio:
- Nunca usar limpiadores ácidos
- No limpiar el metal cuando este muy caliente o muy frio al tacto
- Los limpiadores con solventes orgánicos deterioran los materiales sellantes
- Antes de utilizar limpiadores fuertes probar primero en una zona escondida
- No frotar con abrasivos para remover manchas difíciles
Acabado lacado
El lacado del aluminio consiste en la aplicación de pintura superficie del aluminio. Este acabado es resistente a los agentes atmosféricos y la corrosión, aunque puede rayarse si no se limpia de manera adecuada. Este sería el orden de actuación:
- Solamente agua con baja presión
- Agua templada y jabón neutro
- Agua templada, jabón neutro y esponja suave
Acabado anodizado
El acabado anodizado consiste en crear una capa de óxido de aluminio superficial. Mediante este acabado se consiguen perfiles tremendamente resistentes a la corrosión, la abrasión y el desgaste. Este sería el orden de actuación:
- Solamente agua con baja presión
- Agua templada y esponja suave
- Agua templada, esponja y detergente suave
- Cepillado suave y agua a presión
- Disolventes con base de butanona con trapo suave